Emma no podía créelo, no, era de nuevo aquella pesadilla, de nuevo aquella en donde Jade se encontraba en el lugar

Donde la torturaba, donde la hacía pagar una y otra vez por haber acabado con su vida, donde aquella simplemente se vengaba una y otra vez

De nuevo estaba en su infierno persona, no lo comprendía, ¿Por qué habían cambado de lugar esta vez? ¿Por qué estaban aquellas mujeres que no habían hecho más que maltrátala desde que había llegado allí?

Emma estaba completamente sorprendía, sus ojos estaban tan abiertos, que se veía incluso caricaturesca, mientras Jade, la observaba

Ella lo hacía de una manera distinta, su mirada, era vacía, fibrosa, mientras en sus sueños, en las otras pesadillas, Jade la observaba con tanto odio

Incluso les pedía a los demonios que le hacían daño, que no lo hicieran que, la perdonaran, eso le hacía enojar a un más

La frustraba, tanto así que ella llegaba a gritar no solo de dolor, también de furia, de frustración, por el hecho de aquella maldita bas