De entre todas las ideas descabelladas que he tenido, robar ha sido la peor de todas. Nunca he robado nada, quizá es que nunca he tenido esa peculiar necesidad. La comida y las cosas que llegaban a casa siempre me resultaron suficientes y por ello nunca me lo había planteado. Tan pronto como tuvimos claro lo que había que hacer nos pusimos manos a la obra, Ren salió a prisa para conseguir algo de ayuda. Ori fue a tomar algunas cosas más, yo por mi parte decidí despertar a mi padre, quien era el único que podía ayudarme con esta tarea tan escandalosa.
Mi padre estaba un poco escandalizado por mi plan tan poco elegante, pero a la vez entendía lo que era perder a alguien y se imaginaba cuan desesperante debía ser no poder despedirte de tu ser amado. Un malhumorado Reznor bajo con nosotros dispuesto a ayudar, pero aun enojado por la falta de sueño. Decidí que era mejor no llamar la atenci&oa