Capítulo 61. Sorpresa
El atardecer baña a todos con una luz con tonos naranjas, y Gabriel emocionado toma a su pequeña hija en brazos y Mina lo deja no quiere interrumpirlo al tratar de tranquilizar su miedo de casi perderla, todos son testigos de la forma en que Gabriel besa y carga a la pequeña niña, con lágrimas inundando sus mejillas.
Aunque era una imagen enternecedora, nadie bajó la guardia ya se la habían robado una vez y acababan de recuperarla, milagrosamente, como para distraerse con sentimentalismos.
Emir y Loyola estaban haciendo seguimiento de cada uno de los movimientos de Gabriel.
—Vámonos pequeña— Gabriel le susurró a su hija tranquilamente.
Una mano lo detuvo al querer alejarse de las personas que estaban a su alrededor.
— Gabriel, la niña se va con nosotros— Emir lo dijo de manera tranquila y nada amenazante pero con tono firme, entendía que con la adrenalina aun corriendo entre sus venas, podría considerar que todo se había reiniciado, grave error de su parte.
— Pero no puede ser—La mir