Valentina clavó los ojos severos en Meredith, quien de pronto se sintió pequeña ante su mejor amiga, sus ojos se volvieron cristalinos y atinó a bajar la mirada, Valentina caminó un paso hacia ella, tenía el gesto firme, seco
—¿Qué fue lo que dijiste, Meredith? —exclamó mirándolo como si pudiera escudriñarla y ver dentro de su pensamiento, pero sintió que ya no la reconocía, ahora era una extraña en su interior—. ¡Habla! —gritó con rabia
Meredith sintió que pegó un ligero brinco, porque la última vez que la vio tan furiosa, fue aquel día, cuando descubrió que Scott estaba con Laura
—Val… yo… ¡Lo siento! Sucedió de pronto, y yo, pensé que no lo querías, yo…
—¿Tú creíste que yo no lo quería y por eso te metiste con Esteban cuando estaba conmigo? ¡¿Qué clase de respuesta es esa, Meredith?! —espetó con rabia
Scott bajó la mirada, negando con desesperación
—Es que…
—No me importa, ¿Sabes? Este hombre no me importa en lo absoluto, ¿Sabes que sí me importa? Saber que la única amiga que