Cap. 32 El destino de Eva
Eva miraba a Apolo sin dar crédito a nada de lo que veía.
—¿Cómo pudiste hacerme esto?
—Oh, oh, ¿quieres callarte?
—¡No me voy a callar! —gritaba más.
Daba vueltas por la habitación y le gritó.
—¡Me fui unas semanas y ahora te encuentro con otras mujeres!
Apolo se cogía la cabeza, le dolía mucho y Eva gritaba y gritaba.
—No me fui a pasear, fui a luchar por mi carrera, por nosotros.
—¡Te fuiste con un árabe!
—No, me contrataron sus empresas y ahora esto… Apolo, ¿en qué pensabas?
Apolo se acercó a ella, molesta.
—¡Te pedí que no te fueras y lo hiciste!
—¿Es por eso que hiciste todo esto?
—No, es porque estoy harto de ti, de mi padre y madre y de todo el mundo.
Eva se pasó una mano por el cabello y le preguntó.
—¿No me quieres?
—¿Sabes…? El peor error que cometí es haberte contratado.
Eso le dolió a Eva, que le recalcó.
—Hemos pasado tantas cosas juntos.
—Has puesto mi vida de cabeza y no puedo seguir, lo perdí todo.
—Me tienes a mí.
—No, no, no te tengo, te fuiste de mi lado.
Ella enton