Hanna
Me encantan las hamburguesas, no obstante, la de hoy no. Pablo me mira y tiene en su rostro una sonrisa de perversión. Miro a mi hermano que nos está contando algo que le sucedió cuando estaba estudiando y como Pablo lo salvó de unas cuantas. Eso me hace agradecer mentalmente la forma en la que él apoya siempre a mi hermano de forma incondicional.
Terminamos y le pedí a Jey que pagara y yo le daba el dinero en la casa, suficiente es con lo que ahora le debo… Por Dios, ahora en lugar de tener el dinero para ayudar a pagar la deuda de Jey y pagar mis gastos de la universidad. Dentro de poco también le voy a deber a Pablo ¡Qué bien Hanna!
—Jey, gracias por traer a Pablo, a mi me dio pena llamarlo —dije mientras caminábamos por la acera del frente.
—Mocosa no podía dejar que te sucediera algo, estoy a cargo de ti, aunque ya seas una mujer grande siempre te voy a proteger. —Me detuve y le di un abrazo, él merece lo mejor, él es el mejor hermano del mundo.
—Te quiero, siempre se