48. El espacio entre nosotros
El sol apenas comenzaba a colarse por las rendijas de las cortinas cuando me desperté esa mañana, con el corazón pesado y una sensación de vacío que parecía crecer con cada respiración. Habían pasado dos días desde el enfrentamiento en el bar entre Chasse y Alexander, y aunque había evitado el contacto con ambos, el eco de sus palabras seguía resonando en mi cabeza.
Me encontraba en un limbo emocional, incapaz de ignorar el peso de mis propios pensamientos. Había sido un error dejar que Alexander volviera a entrar en mi vida, aunque solo fuera momentáneamente, pero también sentía que algo entre Chasse y yo había cambiado irremediablemente.
Mientras me preparaba una taza de café, mi teléfono vibró en la mesa. Era un mensaje de Chasse.
"¿Podemos hablar hoy? Es importante."
Lo miré fijamente, debatiendo si debía responder. Finalmente, con un suspiro, escribí:
"Está bien. ¿Dónde?"
Su respuesta llegó casi al instante:
"Mi apartamento, a las seis."
Coloqué el teléfono boca abajo, tratando d