El hombre miró hacia atrás, una sonrisa apareció en sus esbeltos y seductores ojos. "¿Estás preocupada por mí?".

Madeline lo soltó, rápidamente. "No estoy preocupada por ti. Simplemente no quiero que Jack resulte herido, de ninguna manera".

"No te preocupes, nunca dejaré que nada le pase a nuestro hijo". Jeremy lo prometió, solemnemente. De repente, estrechó la mano de Madeline. "Linnie, espérame en el coche. Definitivamente traeré a Jack, sano y salvo".

Madeline estaba aturdida por alguna razón, hasta que Jeremy le dio un ligero empujón. "Vuelve rápidamente al coche".

Sus ojos eran sinceros y su tono era el de siempre, pero Madeline no lo apreció. "Jeremy, no quiero deberte nada. Mi hijo es mío y yo misma lo salvaré".

La mirada de Jeremy se volvió solitaria. "No me debes nada, yo te lo debo a ti. No importa cuanto lo niegues, no puedes cambiar que Jack es nuestro hijo".

Diciendo esto, detuvo a Madeline y la guió todo el camino hasta el auto, al costado de la carretera.

Madeline