Alessandro

— Renata...

Ella esta del otro lado del auto, lo más alejada de mí, pasando sus manos por sus brazos mientras se acaricia ella misma, las lágrimas escapan de sus ojos cuan ríos salvajes, maldición, Stefan me va a matar, me costó mucho convencerlo de que me dejara salir con ella a la iglesia, me puse ropa para ocultar mis tatuajes y no llamar la atención de la gente con la única intención de que Renata no se sintiera expuesta o incómoda, ella estaba un tanto emocionada de venir agradecer por las mejoras en su vida, no contaba toparme con Dania, mucho menos espere una reacción de ella, así... por lo que dijo es obvio que pensó que Renata era una prostituta, pero su manera de expresarse, fue muy grosera, impropia de ella.

— No importa cuantas veces me bañe, y me talle la piel con la mayor fuerza que tengo, esas manos que me tocaron y lastimaron no se borran por completo... y sé que en el fondo fue egoísta de mi parte el querer ser madre porque...

— No...no... no...- me acerco