"No es momento de hacer bromas. Hablo en serio; no puedo perderte. Tienes que prometerme que estarás bien, o Oliver y yo iremos nosotros mismos". Oh... ni siquiera había pensado en mis palabras cuando mencioné el nombre de Oliver y me detuve, esperando escuchar la respuesta de mi padre.

"¿Quién es Oliver?". Diablos... bueno, supongo que es mejor enfrentar la situación.

"Soy la pareja del beta de la realeza Oliver, papá". Tragué saliva. Preparada mientras esperaba la avalancha de preguntas que estaban a punto de llegar a mi camino.

"Lo siento mucho; no le desearía ese destino a nadie. Quería mucho más para ti". Él simplemente sonaba desanimado. Era como si encontrar a alguien que realmente me hacia feliz fuera el peor sentimiento del mundo.

"Papá, él me gusta... me gusta mucho. Es... es mi alma gemela, y es amable, me trata bien". Me encontré sonriendo como loca mientras pensaba en él. Todo lo que quería ahora era que el mundo supiera exactamente quiénes éramos el uno para el otro.