Capítulo 174.
En el instante en que se corta la conexión de los tres brujos, todos y cada uno de los que estaban enlazados de cualquier manera sufren la sensación de ser electrocutados.
Muchos de lo que se mantenían con el maná enlazado directamente con los brujos principales cayeron inconscientes en medio de la arena.
Ese rayo de luz, ese rayo electrizante que comenzó a recorrer los cuerpos de cada uno de los presentes, saltando de cuerpo en cuerpo como una centella, salió dirigido directamente a donde se encontraba el sol repleto de energía.
Esa llama oscura, carente de luz, que estaba cubriendo el sol, en ese momento recibió ese rayo electrizante como una inyección de vida.
Oleika había corrido en dirección de su amado Malcolm, el cuerpo de la pelirroja se encontraba temeroso y repleto de una adrenalina que recorría cada parte de su ser.
Un solo pensamiento recorría su mente.
“Necesito mantenerlo a mi lado” pensaba desesperada no solo con la sensación de dolor y pérdida de esta vida, sino con un