CHIARA :
– Veamos qué tiene para mostrarme pequeña.
Dice blandiendo su espada hacía mí y lo ataco igual.
El hombre era bastante fuerte y grande por lo que estaba en desventaja, pero aún así ataco con todo lo que tengo.
¿– Que le hiciste a mis compañeros?
Pregunto mirándo cómo todo está cubierto de niebla y no los veo por ninguna parte.
– Creo que deberías de preocuparte por tí.
Dice mientras con un golpe hace que mi espada salga volando.
Me ataca con movimientos rápidos y trato de defenderme lo más que puedo hasta que en un rápido movimiento saco mi daga y se la clavo en la pierna derecha.
– JAJAJ.
Ríe sacando la daga y lo lanza lejos.
– Tienes agaña pequeña... Supongo que debo de felicitarte, veo que te has esforzado mucho.
Dice haciéndo que su espada desaparezca y se acerca a mí.
– Pero... ¿Que...?
Digo sin entender nada de lo que está pasando.
El hombre sonríe y agrega.
– Estoy a tus ordenes pequeña, es un gusto volver a verte... Ya es hora de que recuerdes todo, y recuperes l