Parece que me he quedado dormido, porque cuando abro los ojos el sol brilla a través de la ventana y cuando giro la cabeza para mirar el reloj al otro lado de la habitación, se lee a las 10.17 de la mañana.
Dios, tan jodidamente temprano.
De repente, la puerta se abrió y una Karla brillante y sonriente entra en la habitación con una bandeja. —¡Buenos días, sol! Está en auge. Es una puta persona de la mañana y lo odio. Siempre está tan motivada y enérgica sin ninguna razón y eso me enfada.
Me pongo una almohada por encima de la cabeza gimiendo en voz alta. Espero que entienda la pista y se enfade.
Lamentablemente, no es muy ligera en la cabeza y me arranca la almohada de la cabeza y la tira al otro lado de la habitación. —Despierta a Lara o usaré el método del agua fría—. Amenaza, de repente pasando de feliz a grave.
—Pruébalo, te reto. A ver qué coño pasa—, raspo. Suspira, pero por suerte sale de la habitación cerrando la puerta.
Me vuelvo a dormir cuando después de unos cinco minutos