Maurizio no se había esperado que luego de su madre luchar tanto contra el cáncer y aparentemente vencerlo hubiera vuelto ahora y peor, solo 2 días después de enterarse había caído en cama, respiraba con dificultad y apenas abría los ojos por poco tiempo.
- Gracias – dijo en un susurro cuando Aura regresó, la verdad que no había comido en todo el día y no quería separarse ni un segundo del cuarto del hospital.
- No es nada - le sonrió Aura en voz baja. Ella comenzó a servirle la comida en su plato.
- Come un poco también – insistió él cuando vio que ella apenas había probado al comida.
- No tengo mucha hambre – mintió ella, pronto se tendría que ir a casa y no sabía si el comería.
- Come, por favor, o me sentiré mal.
- Está bien – Aura asintió con la ca