— ¡Todo está listo señor Ferrari! — Nos recibe el piloto del helicóptero.
En todo momento Jhon sostuvo la mano de Amanda. Volaron por la ciudad y fueron hacia el bosque donde Jhon tenía una hermosa finca. Él la ayuda a bajar y sosteniendo su mano entran en esa lujosa propiedad.
— ¡Bienvenido señor Ferrari! Siempre es un gusto tenerlo por aquí. — Lo recibe la ama de llave de la casa, mientras mira Amanda totalmente sorprendida.
— ¡Ana! — exclama Jhon mientras se dirije a esa señora.
— Señor ¿Usted me puede ver? — Pregunta asombrada al notar los movimientos en los ojos de su jefe.
— ¡Así es Ana! Pero Shhhh. Esto debe ser un secreto hasta que mañana se haga oficial de la boca de mis abogados.
Ella pide permiso para sostener su mano y poder felicitarlo por tener la dicha de volver a ver la luz del sol.
— ¡Disculpe mis lágrimas señor! Me siento muy feliz que usted esté recuperado.
Él solo coloca su mano sobre la cabeza de aquella mujer — Muchas gracias por tu buenos deseos. Ahora nos despe