Amanda y Jhon continúan en su nido de amor. Al encontrarse solos, y desnudos, provoca deseos que ambos buscan saciar, sin importar la hora ni el lugar.
— Creo que no me podré sentar después de esto. — Expresa Amanda mientras se toca su parte íntima.— No hice nada que no deseaste, incluso, cuando pensaba darte un poco de alivio y descanso, venías sobre mi e iniciamos de nuevo.— ¡Que rico! — Expresa ella con rostro pervertido.— Ahora veamos si puedes montar a caballo.— ¡Nooo! — Reniega como niña berrinchuda. — ¿Me llevas en el mismo caballo que vas a cabalgar?— Siento que estas malcriada muy pronto, pero yo te complazco.Jhon cambio de opinión y para no maltratar a su novia, decidió ir en la camioneta. Ella se sorprendió bastante cuando vio que estaban devuelta en aquel rio que tanto le gustó la primera vez que estuvo ahí.— Dijiste que deseaba bañarte desnuda ¡Hoy es un muy buen día! — La invita mientras va