Capítulo 32

Después de un enorme silencio, Ana decidió en decir algo, cualquier cosa que cortara la incomodidad que se había instalado en el lugar.

—Mmmm… yo debo irme ahora… —soltó y de repente todos se movieron.

—Voy a llevarte —dijo Xavier adelantándose mientras los ojos de su madre se abrieron nuevamente, él se giró hacia las dos mujeres y luego tomó el hombro de Eliana—. Clara les hará desayuno, no demoraré…

—No es necesario —interrumpió Ana—. Después de la delegación, debo ir donde un familiar de Oliver…

—No, iremos a la delegación juntos, yo mismo te dejaré allá.

La discusión solo alteró los nervios de Eliana y decidió inmiscuirse esta vez.

—¿Por qué no toman un desayuno, y luego van a hacer lo que deban hacer?

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