Natalia observó cómo un niño corría detrás de otro. Los dos se reían a carcajadas y era casi un milagro que ninguno se hubiera tropezado con algo aún. Ambos estaban más concentrados en divertirse que en tomar precauciones por donde ponían los pies. Había visto a los que creían sus padres, sentados al otro lado del parque observándolos con atención mientras mantenían una conversación. Estaba segura que si uno de los niños caía, ellos los alentarían a levantarse y continuar.
Cada tarde que acudía le gustaba tomarse un tiempo para observar a las personas que iban. Conocía a muchos de vista y en alguna ocasión había hablado con algunas madres. Natalia consideraba informativo escuchar sobre la crianza de niños.
Sonrió, era algo que hacía con demasiada frecuencia durante las últimas semana