Leonardo apagó su computadora faltando algunos minutos para que fueran las cinco y media de la tarde. Tenía que llegar temprano a su departamento para tener tiempo de cambiarse para asistir al evento que se llevaría a cabo esa noche.
Como la mayoría de los días se preguntó cómo estaría Natalia. Era inevitable pensar ella.
<<¿Cómo va todo?>>. Escribió en su celular y se lo envió a Natalia.
<<La estilista es genial, acabará dentro de poco>>. Respondió a los pocos segundos.
Sonrió orgulloso de haber pensado en contratar a alguien que ayudara a Natalia a arreglarse. No importaba las preguntas que tendría Lia para él después. No es como si ella no estuviera al tanto de la existencia de Natalia. Valentino o su esposa, Leonardo no podía decirlo con exactitud, ya le había contad