Matilda sonríe, “pues sí, pero no solo depende de mi, también de él y quizás el piense igual que yo, no queremos arruinar lo que ya tenemos… eso suponiendo que el quiera mirarme de otra forma.”

Con la forma de ser de Mariano, cuando él quiere algo, hace todo lo posible a su alcance hasta obtenerlo. Por lo que, si en algún momento él quisiera algo más, tenían la confianza para decirlo de forma directa.

Por su parte, Matilda no se atrevía a dar ese paso. Pues, una vez haberlo dicho y si Mariano no pensaba igual, ¿luego qué? Ni cara iba a tener para afrontarlo de nuevo, eso dañaría toda relación y encuentro que tuvieran más adelante.

Por lo tanto, Matilda se rehusa a decir algo y creer en algo más. De momento.