13.
Matilda sin darse cuenta le dice, “¿Te he dicho antes, que eres lo más de lo más?”
Mariano se ríe, “Espero que solo me lo digas a mi.”
Matilda asiente, “Claro que sí. Si no, me caerá un rayo.”
“Si eso pasa, no quiero estar cerca.” Se ajusta las mangas y dice, “Ahora, ven a comer.”
Matilda un poco renuente se dirige al desayunador, admirando desde atrás a Mariano preparando la comida. Sus movimientos eran naturales, definitivamente se sentía cómodo en este espacio. Conocía bien en dónde estaba todo guardado, el detalle y delicadeza de atender a Matilda. Definitivamente era un hombre soñado. Entre sus pensamientos, Matilda volvió a tierra con la pregunta de Mariano, “¿No vino Margot?”
“No, según ella no durmió bien por estar pendiente de mi… Cosa que no creo, no me dejó dormir a mi con sus ronquidos.”
“Jajaja.” Mariano encontraba tan divertida la forma como Matilda se expresaba tan natural y relajada frente a él.
Esto sin duda le tomó trabajo, pues inicialmente ella era bastante cerrad