4. "Bienvenido Al Equipo"

[YANNICK]

La espero mientras que habla con Ainara dentro de esta sala de juntas y no puedo para de pensar en la mala suerte que tengo. De todos los artistas que están bajo el sello de esta discográfica, justo me hacen trabajar para ella. Aunque, si lo pienso mejor creo que el problema es haber caído en sus redes. No estoy muy claro en cómo es que me metí en este problema, pero será cuestión de hacer mi mejor esfuerzo y trabajar a su lado tratando de hacer de cuenta que nada de eso ocurrió. 

La puerta de la sala de juntas se abre y allí entran ellos dos. Gema esta totalmente seria y Ainara, bueno ella un poco mas sonriente. —Yannick, ya hemos conversado y esta es la agenda de Gema. Me dice dándome una hoja de papel con varias fechas de viaje a Latinoamérica y Estados Unidos. —Te recomiendo que te pongas en contacto con todos los encargados de la disquera en esos países al igual que con los medios de comunicación para organizar cualquier cosa en referencia a la seguridad de Gema. En cuanto a ustedes dos conversen y que Gema te cuente como lo que estará haciendo, es mejor que se lleven bien. — Sentencia.

—¿Tiene que ser aquí? — Pregunta Gema un tanto confundida.

—Gema, tú eres el cantante. Él tu jefe de seguridad, manejen esto a su parecer, pero recuerden bien que hay un contrato laboral de por medio y que así debe mantenerse todo esto. — Nos explica.

Bien, prácticamente le ha dado la libertad de hacerme hacer lo que ell quiera y como quiera...

—Perfecto. — Le responde con una amplia sonrisa que quisiera borrarle.

—Vale, los dejo y Yannick, ya sabes, cuídala. — Me pide Ainara.

—Lo hare. — Me limito a responder.

—Yannick, vamos por un café y comenzamos a coordinar todo. — Me explica ella y sale de la sala de junta.

La sigo rápidamente hasta que salimos del edificio y me detengo frente a su auto. —¡No te equivoques! — Le digo serio. — No soy tu asistente, soy tu jefe de seguridad. — Indico.

—Exclusivamente mío. — Comenta riéndose de manera prepotente.

—Mira Gema, si te han asignado un jefe de seguridad pura y exclusivamente para ti es para que estés a salvo, no para que hagas lo que quieras conmigo. — Le digo cruzándome de brazos.

—Eso me queda claro—

—Al final de cuentas, ya has hecho lo que se le dio la gana y supongo que con eso es suficiente. — Digo de manera borde.

 Ella solo me mira y se sube al auto. Con rabia abro la puerta del pasajero y subo a su auto. —Escúchame, se que lo de la otra noche ha sido un error inmenso teniendo en cuenta que nos toca trabajar juntos, pero que sepas que yo no te obligue a que vayas a mi casa y te acostaras conmigo. — Me dice seria.

La miro como queriéndome matar y respiro profundamente. —Claro que no me obligaste, pero tampoco pretendía que lo hicieras para contarle a tus amiguitas que tal ha sido tirarse un desconocido que por alguna razón han elegido al azar. Al menos dime que valió la pena la hazaña. — Le contesto un tanto molesto.

—Ya quisieras. — Me dice con ¿enfado?

—Lo mismo digo, has sido la peor mujer con la que me he acostado. — Rebato mientras que ella pone el auto en marcha.

—Me parece perfecto que no nos haya gustado, de esta manera es mas fácil trabajar juntos. — Me dice ignorando mi comentario.

—Es mejor, y esta es la última vez que se habla de este tema. — Dice sin mirarme mientras conduce.

—Genial. A partir de ahora solo hablaremos de tu carrera y tu seguridad. — Le comento de la misma manera.

—Está bien. — Sentencia finalmente y en este auto comienza a reinar el silencio hasta que llegamos al café.

Al entrar al café, todos nos quedan mirando sorprendidos y si... es extraño ver a Gema Velázquez de Cuéller entrando como si nada con un hombre desconocido. Nos sentamos en una mesa ubicada en la terraza donde hay menos gente, y ella me mira seria.

—Tomémonos una foto. — Me propone de la nada y yo me quedo mirándola que esta pasando.

—¿Qué? — Pregunto confundido.

—Para subirla a Instagram dándote la bienvenida al equipo. No quiero que pienseb que eres nada mío y comiencen los chismes. — Explica.

—Me parece perfecto, yo tampoco quiero que me involucren contigo más que en tan solo un plano profesional, además, me imagino, se te arruinaría tu casería en los bares. — Replico.

—¡A mí me respetas! ¡A mí no me tratas así! — Me reclama.

De pronto me doy cuenta de la inmensidad de mis palabras y puedo notar como mi rostro cambia por completo —Lo siento, no quise... — Intento decir.

—Pero lo has hecho. — Me interrumpe.

 —Ahora toma esa foto y hablemos de los viajes que vienen. — Propongo en un intento por tranquilizar las cosas.

Me pongo de pie, me agacho un al lado de mi silla para que quedemos a la misma altura y poniendo nuestra mejor cara de "mejores amigos", ella toma la fotografía.

—¿Cuál es tu Instagram? — Me pregunta mientras me vuelvo a sentar.

—Es @Yan-Meunier . — Le informo.

—¿francés? — Pregunta mirando su móvil.

—De descendencia, pero no hablo francés. — Le informo.

—Entiendo. Bueno, ya te sigo y ya te etiqueté en la foto. Prepárate para que te sigan miles de personas. — Me advierte.

—Ya lo hacen, pero supongo que seguirá aumentando el número ahora. — Comento.

—Como digas, bueno, ahora a lo que vinimos. — Me dice y de esta manera comenzamos a acordar todo el itinerario de viajes. Definitivamente trabajar con Gema , será todo menos relajado.

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