[YANNICK]

Observo a esta mujer con la que fantasea gran parte del país y del mundo, y no puedo creer que este en su cama, lo que ha ocurrido hace un momento no tiene precedentes, es… ufff… esa es la única palabra que pasa por mi cabeza en estos momentos —No sé qué ha sido todo esto, pero me ha encantado. — Confieso mientras el cansancio nos va ganando después de todo lo que ocurrió aquí. 

Ella me sonríe levemente y no sé si quiera o no que me vaya, pero ella también esta agotada, lo veo en la manera que sus ojos se van cerrando.  Gema es un paisaje divino, sus ojos negros son una invitación a perderse, su cuerpo pareciera ser la más fina escultura tallada por el mejor de los artistas, y cada vez que pienso en la manera que la recorrí, me pregunto si lo soñé o es verdad. Definitivamente esta es una de esas noches que jamás olvidare…

[GEMA]

(Al día siguiente)

Escucho el ruido de la puerta de entrada y abro mis ojos totalmente desorientada, veo a mi lado y él sigue dormido y completamente desnudo. 《¡Mierda! Debe de ser Tania》. Miro el reloj y ya son las once de la mañana. Me pongo de pie rápidamente y me coloco mi albornoz para después salir de la habitación y encontrarme con mi mejor amiga quien me sonríe ampliamente.

—¡Lo has hecho! — Me grita emocionada. —¡Dime que es tan bueno en la cama como parecía! — Dice entre risas.

—Shhhh... que está ahí. — Le digo haciéndole gestos como para que se controle. 

—¡No lo puedo creer! ¡Has pasado la noche entera con él! ¡Entonces si es bueno! ¡Y nosotras unas excelentes amigas por retarte a que te lo tiraras! — Dice ignorando mi previa petición. —¡Cuéntame ya que tan bueno es! —

Estoy a punto de responderle cuando la puerta de la habitación se abre. No lo puedo creer, es él... —¿Así que lo de anoche ha sido un juego entre tú y tus amigas? — Pregunta totalmente indignado.

《Perfecto...》 Pienso sarcásticamente y no quiero ni imaginarme los problemas que esto pueda llegar a traerme. 

—Yannick, yo te puedo explicar. — Intento decir al recordar vagamente su nombre, pero claramente no hay nada que explicar.

—No te preocupes Gema... Solo espero que tú y tus amigas se diviertan mucho cuando le cuentes como follamos anoche, seguramente yo lo hare con mis amigos también, después de todo ha sido una buena aventura acostarme con la famosa cantante. — Me dice de manera frívola y camina hacia la puerta de entrada.

—¡Imbécil! — Le grito mientras que un portazo sentencia su salida.

—¿Tú le crees? — Me pregunta Tania. —Creo que lo dijo solo para que te sintieras mal. — Me comenta.

—No lo sé, pero tu deberías dejar de ser tan imprudente, y espero que ese imbécil no vaya a ir publicando por las redes sociales que se ha acostado conmigo. — Le digo enfadada y me voy hacia el baño para ducharme.

(Al día siguiente)

El día de ayer fue un completo desastre. Tania, Vicky, y Cintia decidieron invadirme a preguntas acerca de cómo la pase con Yannick, y entre las muchas cosas que me han dicho, mencionaron que les encanta su nombre; algo en lo que estoy muy de acuerdo. Me termino de vestir riéndome al recordar las caras de mis amigas a medida que les iba hablando de lo ocurrido y una vez que estoy lista, tomo mi bolso, salgo del piso y parto rumbo a la oficina de la disquera. Hoy me presentaran al nuevo jefe de seguridad que estará viajando conmigo durante la gira, y a pesar de que no me agrada en absoluto la idea de tener seguridad, sé también que es algo necesario y a lo que no me puedo negar si no quiero que cancelen todo por miedo a que pueda ocurrir algo.

[YANNICK]

Ayer después de llegar a casa lleno de rabia por haberme convertido en el juguete de la famosa cantante, mis amigos me han pedido lujo de detalles, pero por caballerosidad, aunque ella no lo merezca, solo les conté lo bien que la he pasado con ella y obviamente el pequeño detalle de que fui un reto que le hicieron sus amigas. También les conté lo engreída que es por creer que todos estamos locos por ella y que una noche en su cama nos hará caer rendidos de amor. 

—¿¡No pensaras llegar tarde a tu primer día de trabajo!? — Me grita mi hermano Paul desde la cocina.

Ignoro su grito y me miro una última vez al espejo. Traje oscuro, camisa blanca, zapatos acordes a mi estilo semi-formal, mi reloj favorito. Una vez que tomo mi móvil, salgo de la habitación y me despido de mi hermano.

[…]

Llego a la oficina de la disquera y realmente me sorprendo, me habían dicho que esta oficina era pequeña, pero nunca imagine que tanto. Por lo que me han contado solo cumple un propósito, ya que todo se maneja desde las oficinas localizadas en Madrid donde tuve mi entrevista de trabajo. Al entrar me anuncio con la secretaria y le explico que estoy aquí para mi primer día de trabajo y ella solo me pide que aguarde por un instante y que Ainara estará conmigo en un momento. Tomo asiento y a los pocos minutos una mujer de unos treinta y algo de años, de cabello corto y color rojizo se presenta conmigo bajo ese nombre y me pide que la siga a la sala de juntas para presentarme a la persona con la que estaré trabajando. 

Ainara abre la puerta de la sala de juntas, y al entrar no doy crédito a quien está allí sentanda.

—¡¿Tú?! — Me grita ella.

—¿Gema Velázquez de Cuéllar? — Le pregunto a Ainara, totalmente confundido.

—¿Se conocen? — Nos pregunta ella.

—Algo así. — Respondo y ella se nos queda mirando.

—Bueno, eso es mejor porque les ayudara a trabajar más cómodos. — Nos dice y yo estoy intentando asimilar la noticia. 

—Perdón, pero no entiendo. — Digo finalmente.

—¿Diego no te ha explicado cuál es tu rol? — Me pregunta preocupada.

—No quiso, comento que era mejor que me enterara hoy. — Le explico bajo la atenta mirada de ambas.

—Siéntate y te explico. — Me pide y hago lo que ella me dice. —Bueno, Gema está por lanzar su nuevos singles en un par de semanas y su nuevo disco en un par de meses. La carrera de ella está ascendiendo rápidamente y Warner decidió que tuviera un jefe de seguridad durante todos sus compromisos, viajes, gira, y todo eso. Serás el encargado de asegurarte de que ella este bien y que nadie le haga daño, lamentablemente a veces los fans pueden salirse de control un poco— Me informa.

《Esto es una completa locura... ¿Por qué justamente ella?》

—¿Tiene que ser él? — Pregunta Gema.

Ainara la mira confundida. —¿Qué hay de malo con él? Te aseguro que es el mejor en lo que hace, si quieres lee su hoja de vida y experiencia, y entenderás porque los hemos contratado. —

—Es que no sé qué decir, recién hoy me estoy enterando de lo que se trata mi trabajo... — Comento tratando de caer en cuenta de que ella y yo deberemos pasar mucho tiempo juntos. 

—Los dejare que hablen un momento para que se conozcan. — Indica ella y se retira.

Cuando Ainara cierra la puerta ella se pone de pie. —Renuncia ya. — Me pide.

—¡¿Qué?! ¡No! ¡Yo no voy a renunciar, jamás he renunciado a un trabajo por más insoportable que sea la persona! — Rebato poniéndome de pie también.

—¿Esto es lo que celebrabas la otra noche? —  Me pregunta dando dos pasos hacia mí.

—Esto y otras cosas, no que eras tú con quien trabajaría... Yo no lo sabía, no hubiera caído en tu juego de ser así. — Le explico.

—Que sepas que está bien, que puedes seguir con tu trabajo; no voy a mezclar las cosas, pero que te quede muy claro que lo que paso la otra noche jamás se repetirá. Lo de ayer fue simplemente un juego. — Me dice haciendo que realmente la comience a odiar.

—No te preocupes que yo tampoco pienso hacerlo. No me gustan las mujeres que van por ahí jugando con los hombres por retos que le hacen sus amigas, y mucho menos que se creen que son lo mejor de este mundo por el simple hecho de ser famosas— Rebato firme.

—¿No iras a arruinar mi carrera verdad? — Me pregunta de manera muy seria.

—No te preocupes, no soy tan cabrón... Esto es solo negocios. — Le digo de manera fría. 

—Solo negocios. — Repite.

—Ahora ve y dile a Ainara que está todo bien. — Le exijo cruzándome de brazos.

—Te lo advierto Yannick, si jodes mi carrera, me encargare que no vuelvas a trabajar en ningún otro sitio. — Amenaza.

—Ya te lo dije, ahora deja de amenazarme y ve a hablar con ella. — Sentencio y tomo asiento nuevamente.

No lo puedo creer, uno de los mejores trabajos que he conseguido, y me toca cuidar a una mujer que es sumamente insoportable.