Cuando despierto por completo, a causa de tos y el ardor en mi garganta, estoy en el hospital, y no puedo hacer más que dejarme caer tristemente en la camilla, suspiro desepcionada, un mes, había conseguido un mes sin acercarme al hospital. Era todo un record.
— Toma princesa — la voz de mi madre llama mi atención, está junto a mi y me tiende un vaso de agua con una pajilla, lo que agradezco, aunque al tragar, siento el sabor de la sangre en mi garganta — ¿como te sientes? — pregunta en voz baja
— como si me hubiera atropeyado un camión — consigo murmurar, pero hablar solo consigue que empiece a toser de nuevo, lo que supone demasiado esfuerzo para mi
— Matthew te trajo — comenta, acariciando mi cabello — estaba tan asustado — dice forzando una sonrisa — aunque estamos en una habitación privada.
— ¿que es esta vez? — pregun