Enamorando a mi secretaria
Enamorando a mi secretaria
Por: Orquítica
Golpe al CEO

Capítulo I

Norton Bays, un hombre íntegro, de negocios, de mucho poder, uno de los pocos hombres que los demás admiran con mucha fortaleza, las personas creen que es solo un ejemplo a seguir, está sentado en su oficina preparándose para una reunión.

—Buenas tardes señor —su secretario entró en la oficina con varios documentos en la mano —, han llegado varias personas, la dirección de la empresa está intranquila por todo lo que sucede con la caída de las empresas más grandes del mundo.

—Cada uno de ellos han estado presionando para poder ver mejores resultados, pero saben bien que los resultados actuales son culpa de la mala racha que tiene el mercado mundial en estos momentos.

—Señor, ellos no creen la misma versión de usted. Ellos creen que cada una de las decisiones que ha tomado, hicieron caer la empresa, así que le pido por favor que sea cuidadoso con todo lo que va a decir.

—Lo sé, cada uno de nosotros debe de serlo, con aquello que dice, piensa o hace.

—Bien, acá están todos los informes que ha solicitado. Así espero que todo salga bien —a pesar de hablar de forma sincera, se sentía cierta tensión en su rostro.

—Gracias —respondió Norton mientras veía los documentos traídos.

El secretario Tom Morrison salió de la oficina. Norton se quedó toda la tarde leyendo los documentos, pidiendo más informes y además calculando todo lo que necesitaría para poder dar con su objetivo, que los inversores confíen en él ciegamente.

—Señor —la secretaria de uno de los inversionistas tocó la puerta y habló desde la puerta de la oficina la cual estaba abierta —, quería informarle que el señor Thompson ya ha llegado, me pidieron por favor que sea yo de forma presencial quien le diga de su presencia.

—¿Por qué razón? —Cuestionó Norton.

—Eso no se lo sabría decir señor, pero pidieron de forma explícita que le informe.

—¿Algún otro inversor ha llegado?

—Sí señor, ya casi la mayoría de ellos se encuentran en la sala de reuniones presidenciales, por lo que le recomiendo que se apresure a ir con ellos.

—Muy bien, gracias señorita Wilson, y por favor la próxima vez, avísele a mi secretario.

—Sí señor, disculpe. Lo que sucedió es que él no se encontraba afuera, y me pidieron también que dejará estos documentos en la oficina —dijo ella mientras que levantaba un sobre con sus manos.

—¿Eso qué rayos es?

—No lo sé señor, el Sr. Whiptom me pidió que se lo trajera lo más pronto posible a su oficina, que era algo urgente y que nadie más debía de verlo.

Norton tomó el sobre que la chica le extendió mientras se acercaba a él.

—Muchas gracias Srta. Ya puede retirarse, dígales a todos que pronto estaré allí.

—Con mucho gusto señor.

La secretaria salió de la oficina, mientras que Tom entraba en la misma.

—¿Pero qué demonios? ¿Qué hacía ella aquí? —Cuestionó mientras que la chica salía y él entraba.

—No te encontró afuera y paso para entregarme este sobre.

—Lo pudo haber dejado en mi escritorio —respondió su secretario.

—Tom, esto no es algo que debería de haber dejado en cualquier lugar, estos documentos son la prueba que me querían hacer caer de la presidencia de la empresa, y no solo eso, contaban con la ayuda de mi padre. Esto realmente es un golpe bajo. Lo que más me molesta es que pensaban enviarme a prisión.

—Señor, pero qué… ¿Qué rayos dice eso?

—Léelo por ti mismo —le dijo mientras que le estiraba uno de los documentos que había sacado del sobre.

—“Por medio de la presente, doy mi total consentimiento para la remoción de mi hijo como el presidente de nuestra corporación, ya no es considerado un hombre capaz…”, Pero señor… no creerá todo esto ¿Verdad?

—No lo sé Tom, pero quiero que ordenes todas nuestras cosas, tanto las tuyas como las mías, en caso de que esto sea cierto nos iremos de inmediato de la empresa, así podremos estar listos. También quiero que llames a Hawik, mi amigo de Hawai, aparte de unas vacaciones haremos algunos negocios con él.

—Sí señor —respondió su secretario mientras que iba en dirección de la salida, aunque al llegar a la puerta Norton lo detuvo de nuevo.

—Tom, hazme también el favor de mover todo mi dinero de la cuenta de la empresa a la cuenta personal, estoy seguro de que en caso de que me despidan harán un movimiento que me dejé en la ruina.

—Sí señor —respondió Tom, y luego salió de la oficina.

Norton miró los demás sobres y mientras que más leía, más se sorprendía de todo el plan que habían hecho para hacerle perder el puesto, ya que en caso de que no pudieran darle de baja con la votación podrían hacerle muchas otras trampas financieras dónde incluso podría terminar en la cárcel.

Luego de leer todos los documentos, tomó el pendrive que tenía toda la información de su presentación, su abrigo y además una maleta que estaba debajo de su escritorio, sacó una llave y con ella fue hasta un cuadro que había en la parte trasera de su oficina y presionó un botón secreto para revelar una caja fuerte.

“Bien, veamos quien es más poderoso, ustedes quieren incluso enviarme a la cárcel, pero yo tengo el poder de hacer que todos ustedes sean asesinados o algo mucho peor”. Pensó mientras que sacaba un sobre que había en la caja fuerte, era lo único que había lo colocó en la maleta y salió de la oficina.

—¿Está todo listo Tom?

—Sí señor, ya enviaron a algunas personas para recoger todas nuestras cosas.

—Bien, ven conmigo. Vamos a la reunión.

Así caminaron por el largo pasillo que unía la oficina de presidencia con la sala de reuniones de la empresa. Al llegar a la puerta estaban todos los directores sentados en sus respectivos lugares, además de que estaba lista la secretaria del señor Thompson, para dar inicio a la reunión, solo hacía falta él.

—Buenas noches —dijo mientras que caminaba a su puesto, el cual era el principal, la cabeza de la reunión —. Disculpen la tardanza, es que estaba leyendo unos documentos que me han llegado a última hora, muy interesantes.

Todos en la sala se miraron algo confundidos, pero Norton le hizo una seña a la secretaria del señor Thompson para que la reunión empezara y así fue.

—Bien, antes de que haga su presentación, algo que creo innecesario le queremos decir que no queremos que siga en su puesto como CEO de la empresa, queremos que por favor abandone su cargo y se lo entregue al Sr. Thompson, él es mucho más capaz que usted —dijo uno de los inversionistas.

—Estoy de acuerdo, además ya se nota tu inexperiencia —dijo otro mientras que señalaba a Norton.

—Bien, entonces me parece perfecto. Voy a renunciar…—ante estas palabras de resignación pero con una sonrisa todos se quedaron boquiabiertos, sobre todo su padre, quien no pensó que sería tan fácil sacar a su hijo del poder de la empresa —. Pero quiero que antes cada uno de ustedes vea lo que les traigo.

Le entregó el sobre a Tom, quien enseguida lo abrió y vio que había otros sobres de carta más pequeños y cada uno contenía el nombre de uno de los inversores.

—Ustedes no son los únicos con planes, ni con informantes y mucho menos con contactos de poder. Ustedes tienen más problemas que yo en caso de que esos sobres lleguen a las personas indicadas.

Incluso su padre tenía un sobre, al oír esas palabras todos quedaron impactados y procedieron rápidamente a abrir los sobres. Cada uno se llevó una sorpresa al darse cuenta de que en los sobres había información muy personal de cada uno, desde infidelidades, malversación de fondos, fotos comprometedoras con otros hombres y muchas cosas más que comprometían fuertemente a cada uno de los inversores.

—¡¿ DE DÓNDE SACASTE TODO ESTO?! —gritó Thompson al ver su oportunidad de ser el presidente frustrada.

—Eso no importa —dijo Norton entre sonrisas—, pero lo que sí importa es que me iré de la presidencia de esta mugrosa empresa con absolutamente todo mi dinero, y además de eso ninguno de ustedes hará nada para detenerme. ¿Entendido?

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