– ¿A dónde vas? – le espeto
– A mi casa, si no quieres mi ayuda no tengo nada que hacer aquí – me espeta abriendo la puerta, corro hacia ella y la tomo del brazo
– tienes razón, lo siento – me disculpo, suspiro y busco sus ojos ella me ve con preocupación y susurro – algo malo le paso Lana, puedo sentirlo – ella pone sus ojos en blancos y comenta con fastidios
– Deja decir eso, harás que algo malo le pase de verdad por estar pensando así – la interrumpo
– Lana siempre que JJ esta en problemas lo sé, llámame loco pero es una especie de conexión ¿entiendes? – ella suspira y asiente
– está bien, entonces ¿dónde más podemos buscar? – me encojo de hombros porque ya no tengo más ideas.
En ese momento mi teléfono comienza a vibrar me separo de ella