Cuando bajé pude oler la comida que venía de la cocina. Me senté en el taburete y dije:
- Hay tantos recuerdos regresando a mi mente.
Me miró desde el banco:
- Vamos a crear nuevos recuerdos ahora, Meg.
- Siento que huelo igual que hace tres años.
- Recuerdo a una chica que llevaba puesta mi camiseta... Y estaba sin calzones.
Me sonrojé.
- Todavía estás avergonzado. Sacudió la cabeza sonriendo.
- Estoy usando bragas ahora. - Yo hablé.
Se acercó a mí y se inclinó sobre la mesa, mirándome a los ojos y sonriendo:
- Necesito confesarte algo.
- Puedes hablar... Estoy preparado para cualquier cosa. Dije cerrando los ojos.
- Me quedé con tus bragas.
Abrí los ojos y lo miré confundido:
- ¿Como asi?
- Olvidaste tus calzones en mi casa. Se rió y volvió