Dereck, que estaba a punto de encender un cigarrillo, levantó la mirada tan pronto como Paola pronunció esas palabras.
—¿Qué dijiste? —preguntó, deteniéndose por completo y concentrándose seriamente en ella.
—Los niños son tuyos. No estaba durmiendo con hombres al azar en el club. Solo tuve una noch