—¿Qué quieres? —preguntó con frialdad, sin siquiera intentar disimular su aversión.
Michael sonrió ligeramente, aunque parecía más una mueca de frustración.
—¡Ay! Eso fue duro. Paola, nos casaremos en tres días, ¿recuerdas? —respondió, con un deje de sarcasmo.
—Lo sé… —suspiró Paola, exasperada. Lue