—No quiero volver a verte con ese bastardo —advirtió Irvin, alejándose furioso.
Mientras Paola seguía afuera del restaurante, una voz sonó detrás de ella:
—Paola, ¿qué está pasando?
Paola se giró y al ver a Michael, suspiró. ¿Cómo le explicaba que su hermano no quería verla con él?
—Solo algunos problemas personales entre mi hermano y yo —dijo Paola, tratando de calmar la situación.
—Lo siento mucho. ¿Aún puedes comer? —preguntó Michael.
—Perdí el apetito, honestamente. Por favor, llévame a casa —solicitó Paola.
—Claro —respondió Michael suavemente. La condujo a su auto y luego la llevó a su casa.
Paola se despidió de él y se bajó del auto. Michael la observó mientras caminaba abatida hacia la entrada de su casa.
—Casi olvido que Irvin también es mi enemigo —murmuró Michael mientras se alejaba.
Tan pronto como Paola entró en la casa, vio a Dereck jugando con los niños. Todos estaban riendo y disfrutando, llenos de vida. Cuando los niños la vieron, corrieron hacia ella, la rodearon y l