~Scarlett~

Me estremecí con sus palabras.

Sebastián me agarró por la cintura, frotando mis hombros fríos antes de voltearse hacia Damian Vanderbilt como si fuera un león. Yo lo jalé del traje para detenerlo.

Me lo merecía. Elegí al bebé sobre Lilith cuando debería haberles hecho caso a los hombres de Jack Fuller. Ella era fuerte, pero seguía siendo solo una mujer cuyo hobby era boxear. Podría haber sido peor si Sebastián no hubiera estado allí.

—Lo siento… —murmuré, pero Damian Vanderbilt no lo escuchó.

—¡Deberías sentirlo de verdad! —dijo fríamente— ¡La próxima vez resuelve tus propios problemas en vez de poner a otros en peligro!

Aunque sabía que era mi culpa, no pude evitar que mis ojos se llenaran de lágrimas, sus palabras me dolieron. Oliver Scott salió de la multitud, poniéndose entre mí y su amigo con una mirada triste.

No dijo nada, pero su presencia mágicamente enfrió un poco el ambiente.

—¡Señor Vanderbilt, por favor! —Lilith levantó la cabeza. Su tono fue suave pero firme— E