Dafne:
El gran día ya había llegado.
Iba a casarme.
Ni siquiera pude dormir de la emoción que siento. Todos los invitados estaban esperando en la ceremonia. Nuestra boda sería privada, quise que así fuera para poder hacer la boda por la iglesia por lo grande.
Aún no lo creía, estaba por casarme con el hombre de mi vida.
A pesar de todo, iba a ser feliz. Iba a ser la señora Ferguson. Mi amor por él es enorme y estoy tan contenta de que al fin nos vayamos a unir después de tres años de relación.
—Hija.
—Hola papá —me puse de pie, él estaba con Margarett—, Margarett.
—Estas preciosa hija. Dan es muy afortunado.
—Ni que lo digas querido —Margarett sonrió—, ese vestido es precioso.. Te luce el blanco.
—Gracias.
—Te esperaré en el pasillo para entregarte. Ya está todo listo.
—Ve afuera querido, tengo que hablar con ella.
Mi papá terminó saliendo de la habitación.
—¿No recibirás mi regalo?
—No, pero aprecio el detalle.
—Vamos preciosa, puedes ir a verlo, tú decides si usarlo o no —acaricio mi mejilla—, está al final del pasillo.
Ella salió de la habitación. Ahora comenzaba a picarme la curiosidad por saber qué era eso que ella iba a darme.
Mis ganas pudieron más, salí de la habitación y caminé hacia el final del pasillo. Ahí estaba una puerta, al abrirla, pude escuchar algunos ruidos, pero no eran cualquier ruido, eran gemidos y jadeos.
Cuando terminé de abrir la puerta, sentí que mi corazón dejó de latir por un par de segundos, que todo lo que estaba a mi alrededor se había paralizado. Mis ojos no dejaban de ver aquellas manos apretando esos muslos tan blancos como mi vestido.
—Más fuerte Dan —pedía ella en un jadeo.
Mi futuro esposo estaba con los pantalones abajo, sin saco y con la camisa abierta. No quería mirarle el rostro a ninguno, solo veía como sus manos apretaban los muslos de ella con mucha fuerza, incluso dejó su marca en ella.
Mi pecho estaba oprimido. Verlo así, con Diana, me estaba rompiendo el corazon, jamas crei que el me haría algo como esto.
—Dan —dije. Al escucharme se apartó de ella y comenzó a vestirse a toda velocidad, Diana se bajó de la mesa y se acomodo el vestido.
—D-Dafne... Yo.. —no lo deje terminar cuando le estampe una fuerte bofetada.
—¿Cómo pudiste? —susurre— ¿Cómo pudiste hacerlo, Dan? Y con ella —mire a Diana—, con mi hermana —masculle.
—Linda, yo lo siento, no..
—¿No querías hacerlo? —le pregunte, aun no salia de mi asombro— ¿Eso me diras?
—No —el nego—, yo...
No quería escuchar sus malditas excusas, salí de aquella habitación a toda prisa, me importaba poco sus gritos, solo quería irme de este lugar. Busqué a mi papá para decirle que me sacara de aquí.
Mis manos temblaban, ni siquiera estoy llorando debido a la impresión que tenía en este momento.
—Dafne, ¿qué pasa? —me pregunto al verme llegar a él— Estás pálida y fría —tomó mis manos.
—Sacame de aquí papá —le pedí—, no voy a casarme..
—¿Qué? Pero, ¿qué pasó?
—D-Dan, e-encontre a Dan teniendo sexo con Diana..
El ceño de mi papa se frunce al escucharme, me suelta las manos para ponerse de espaldas y colocarse las manos en la cintura, entonces comprendí que había algo más.
—Papa..
—No debes irte —me respondió—, debes casarte.
—¿Qué? —retrocedí un par de pasos— No..
—Dafne, ahí adentro están unos colegas, está el gobernador.. No puedes armar un show justo ahora —se acerca a mí—, ve a maquillarte y regresa aquí.
—¿Lo sabías? —pregunte en un murmullo— Responde papá, ¿lo sabías?
—Le pedí a Diana que terminara con eso y...
—No puedo creerlo papá —ahí fue donde pude soltar mi llanto—, no..
—Escucha Dafne, puedes olvidarlo ahora —me tomó de los brazos—, hablaremos de esto en casa, ¿bien? No me hagas esto.
No podía creer lo que estaba escuchando en este momento, mi propio padre estaba pidiéndome que olvidara lo que acababa de ver en aquella habitación. Y no se que es peor, que me pidiera hacer esto o que siempre ha sabido que Diana y Dan son amantes.
¿Desde cuándo me han estado engañando?
No, no puedo hacer esto.
Me solté de él como pude, comencé a caminar lejos de la recepción, quería ir por mis cosas e irme de ahí lo más rápido que pude. Le pedí a una chica que me ayudara a cambiarme y ella muy amable lo hizo.
No se que me estaba pasando en este momento, pero mi cerebro no estaba procesando del todo, lo que estaba sucediendo en este momento. Quería creer que esto era una muy mala pesadilla y que despertaría pronto.
Pero no, esto no es una pesadilla, esto es real, lo que me está sucediendo es real, que mi prometido y mi hermana son amantes sabrá Dios desde cuando, mi padre y su esposa lo sabían durante todo este tiempo.
Salí de la recepción prácticamente a escondidas porque sabía que mi padre no me dejaría salir de aquí. Tome el auto para irme a la casa, necesitaba sacar mis cosas de alla e irme antes de que me obliguen a casarme con Dan.
Trate de controlar mi llanto lo mas que pude porque tenía estrellarme en algún sitio y lastimar a alguien.
Llegue a la casa y entre rápidamente. Por suerte no había nadie, subí a mi habitación para buscar una maleta y recoger mis cosas, no pensaba seguir en esta casa por nada del mundo. Al verme al espejo me di cuenta lo patética que he sido durante toda mi vida.
Me había esforzado para que mi papá al menos me quisiera un poco, obtener al menos su aprobación. Llegué a pensar que él me quería aunque sea un poco, que me cuidaría de alguien que quisiera lastimarme, pero que equivocada estaba, solamente fui un peón o una burla para ellos.
Limpie mis lágrimas y solté un suspiro, no pensaba rendirme en este momento, no les daría el gusto a ninguno de verme así.
Derrotada.
(...)
—Entonces, ¿vale más?
—Sí señorita, pero como le dije, no puedo darle más que esos veinte mil.
Busqué en internet y obviamente el anillo que me había dado Dan vale ochenta mil dólares.
—Deme el dinero —deje el anillo en el mostrador—, no importa.
El hombre no tuvo más remedio que entregarme el dinero, por supuesto que le pedí en efectivo. Tuve que venir a una casa de empeño a que me dieran algo por el anillo de compromiso que me dio Dan, no pensaba conservar absolutamente nada de él.
Deje mi teléfono en casa, cancelo mis tarjetas y mi cuenta principal, envié todo el dinero que tenía a una cuenta que era para mi vida de casada, sabía que me serviría para algo.
Llame a la gerente de mi clínica y le pedí que se hiciera cargo de ella hasta que yo decidiera regresar, pero que el método de pago seguirá siendo el mismo, yo me encargaría de las finanzas mientras esté lejos de aquí.
Por ahora, haré un largo viaje.
Pasé un par de horas pensando en si quedarme a afrontar el tema o irme, así que decidí irme lejos de ellos. Ya estaba harta de todos, por eso tomé mis maletas y decidí irme de casa. Tomé mi auto y me fui de casa.
¿Cuál será mi destino? No lo sé, pero quiero irme lejos de aquí, lejos de todo esto y olvidarme de la traición que ellos me hicieron.
Soy una persona que cuando ama, lo hace de todo corazón, porque me gusta entregar todo de mi, me gusta la fidelidad y sobre todo la honestidad, para mi esas son las bases en lo que se puede construir una relación sana. Yo creía que Dan había dado su parte en esta relación que construimos por tres años, llegué a pensar que él era el hombre perfecto, que era el tipo ideal para mi, vaya error que cometí al confiar en un hombre.
Pero así como puedo darlo todo en una relación, puedo olvidarme de una persona fácilmente y aún más si me ha lastimado. Asi quiero mantenerme desde ahora, con el corazón metido en una maleta y bajo llave.
Ahora que he dejado mi vida atrás, es momento de comenzar una nueva.
Y qué mejor que haciendo un viaje, uno en el que pueda reencontrarme conmigo misma, comenzar una vida nueva. No me asusta comenzar desde cero, porque gracias a ello podré conocer cosas nuevas y aprender de ella.
Claro que aun me duele toda esta situación, pero quiero amarme primero a mi misma antes que a alguien. Y espero que ellos en algún momento reciban todo el castigo que se merecen, yo creo en el Karma y se que a ellos les va a ir peor que a mi.
Ahora no sé cuál será mi destino. Pero me emocionaba y me hacía sentir libre. Ya no necesito esforzarme para conseguir la aprobación de mi papa, que se quede con Diana y su esposa, a mi nunca me necesito.
Solo me queda disfrutar de esto mientras pueda.
El viaje que tendré será bastante largo.
(...)
Horas después:
Llevaba horas conduciendo sin rumbo fijo, hasta ahora que decidí tomarme un descanso. Entre a un restaurante que estaba al lado de la estación de gasolina en Kansas, la verdad el viaje según mi mapa es largo, pero yo lo sentí bastante corto, quizá porque estaba disfrutando del camino y en soledad.
Pude irme a cualquier país a decir verdad, pero ya he conocido muchos y para mi no sería divertido ver los mismos lugares, en cambio decidí viajar por el país y conocer un poco más de este.
Aunque he pensado mucho en buscar algo que hacer, puede que sea demasiado pronto, pero necesito buscar un lugar de alojamiento y trabajo, no es que el dinero me vaya a faltar pero, quiero buscar algo que hacer, por lo menos temporal para poder seguir con mi viaje.
Tengo pensado pasar al menos dos meses en cada estado y conocer este a fondo, creo que seria una buena opción.
—Buenos días señorita —la mesera se acerco a mi—, ¿que desea pedir?
—Quiero un sandwich de queso fundido, huevos y chocolate bien frío por favor.
—En seguida —ella me sonrió—, es nueva por aquí, nunca la había visto.
—Si, estoy visitando Kansas, se que aquí hay un campo de girasoles.
—Oh si, es de nuestros sitios más visitados, espero que el estado sea de su agrado, enseguida le traigo su desayuno, por lo pronto, tenga algo de café, va por la casa.
—Gracias.
La chica me dejó el café sobre la mesa, en ella también había un periódico. La verdad es que el lugar me gusta, me parece un sitio hermoso, además de que está el campo de girasoles, que son mis flores favoritas.
Mientras leía el periódico, me dio curiosidad entrar a los clasificados y ver las ofertas de trabajo, se que en Kansas hay muchas haciendas, podría intentar buscar un trabajo provisional mientras conozco el estado.
Una de esas ofertas llamó mi atención, estaban solicitando un veterinario por poco tiempo, la dirección era en una hacienda que estaba casi que al otro lado de la ciudad.
La hacienda Maxwell.
—Su desayuno señorita —la mesera dejó la comida sobre la mesa.
—Gracias, ¿puedo hacerte una pregunta?
—Claro.
—La hacienda Maxwell, ¿es confiable?
—Oh la hacienda Maxwell, es una de las mejores del condado, de hecho la más grande, ellos proporcionan todo lo que es el alimento entre otras cosas. Son los mejores así que si.
—Gracias por responderme.
Ella terminó retirándose. Yo seguí leyendo lo que la hacienda pedía, solo cartas de trabajo y recomendaciones, eso puedo solucionarlo, tengo conmigo todos mis documentos. Creo que mañana podría ir, por ahora me tomaré un descanso y ordenar un poco mis cosas.
Mientras tanto, creo que podré llamarlos para concretar una entrevista.
Por ahora planeo quedarme aquí, parece ser un sitio tranquilo. Es lo que necesito ahora, después de que trabaje aquí, podré irme al siguiente estado.