Después del susto que había pasado Betty con la noticia de su embarazo, salió de la sala de emergencias y en el pasillo, se encontró con Iván. Él estaba sentado en la silla de ruedas muy afligido al haber sido descubierto de la peor forma. No sabía qué hacer y mucho menos a donde ir, Rebeca no quería verlo y después de haber negado su relación con Betty, no podía regresar a su casa.
Al ver que Betty salía de la sala, se esforzó por ponerse de pie y le preguntó:
— Betty, ¿cómo te sientes? ¿Ya te encuentras bien?
— No puedo creer que seas tan cínico. Después de dejarme en ridículo delante de todo el mundo, especialmente de Rebeca, vuelves a dirigirme la palabra como si nada estuviera pasando. Tú y yo no tenemos nada más que hablar. —le dijo caminando hacia la salida, pero Iván la detuvo tomándola por el brazo:
— ¡Espera, por favor, Betty! No te vayas así. Al menos dime, ¿qué te dijo el médico? ¿Te explicó la causa del desmayo?
— Sí, me dijo las causas del desmayo. Es algo que ya me espe