Logan.

En cuanto aterrizamos, agentes nivel dos y tres se presentan para recibirnos. La gente de Evelyn está también, pero les indico que hubo cambios y solo asienten cuando la ven bajando tranquilamente.

Les indico que preparen los autos en lo que cargo a mi hija para hacerla salir, mientras la madre sostiene al crío que patalea emocionado cuando lo carga, en lo que la madre desciende.

—Eres todo un galán— le acomoda el pelo con rizos. El niño sacude los pies y ella lo besa. —Sí, lo eres.

Evelyn es un ser que mata la coherencia. Juega con los dedos de la mano de un crío, cuando he visto los cadáveres que deja sin manos cuando la enfadan. Tiene veintiocho años y cientos de muertos bajo su seudónimo. Me repito eso mientras mis ojos se enganchan en los gestos dulces que le ofrece al niño que vuelve a los brazos de la madre.

No sé cómo diablos, sin hacer nada más que respirar, es capaz de perturbar todo.

—Mientras nos reorganizamos, hay una habitación disponible para tí— le ofrece a l