Capítulo7
Me pregunté cuántas personas habría secuestrado realmente esta banda. Apreté los puños al pensarlo.

Samuel fingió dudar, pero finalmente sacó un fajo de billetes y lo metió en la mano del hombre. Este sonrió de oreja a oreja y tiró de Samuel para llevárselo. En ese momento, Samuel me hizo una seña con los ojos y, soltándose, me señaló:

— Pero quiero llevarla a ella conmigo.

¿Acaso Samuel había perdido la cabeza? Todos sabían que yo era policía. ¿Cómo podía pedir llevarme así, tan directamente, sin levantar sospechas?

Quise gritarle, pero me contuve. El tipo me miró de arriba abajo, con la sonrisa congelada, como dudando qué veía Samuel en mí.

— Brother, ¿por qué no eliges otra? A esta ya la has probado...

Samuel no lo dejó terminar. Rápidamente recuperó el dinero del bolsillo del hombre. Algunos billetes cayeron al suelo, destacando sobre el cemento negro.

El tipo esbozó una sonrisa forzada y, cuando Samuel se dio la vuelta, le agarró la mano:

— Está bien, puedes llevarla.

Samuel le de
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