Lucía Navarro
Pueden creer que ya pasaron 3 semanas y medias.
Mi papá y la señora viven juntos hace una semana, se ven tan feliz juntos. Y yo me alegro por los dos, se merecen eso y más.
Lukas organizó una reunión con nuestros ex compañeros de clase de secundaria, para recordar momentos.
Me negué varias veces pero fue imposible safarmele a Lukas y quería que fuera a su casa a ese encuentro y pues aquí estoy, lista esperando unos minutos para irme.
Ni idea de en donde vive, pero le puedo llamar y listo.
El timbre suena y es extraño, no espero absolutamente a nadie. A menos que mi padre haya querido venir a visitarme, aunque no lo hace de sorpresa, ya que trabajo y a veces ni estoy.
Voy despacio y abro la puerta.