Al prenderse nuevamente, las luces revelando una habitación amplia con paredes de mármol blanco con líneas negras, una cama enorme, un tocador, algunas ventanas amplias con cortinas y un gran armario. Dejando ver que la pelinegra miraba todo a su alrededor.
- Esta será su habitación madmuasel – comento Lumier.
- Hmm…
- Las únicas normas de la casa son dos – empezó a hablar de forma algo seria Dindon – jamás salga de los terrenos del castillo y nunca vaya al ala oeste.
- ¿Por qué? – pregunto la chica mientras alzaba una ceja.
- Porque en ese lugar está el amo y no le gusta que le molesten – explico Lumier de forma seria – cierto, y… ¿cómo te llamas? – pregunto divertido recordando ese detalle.
- Y hasta ahora le preguntas eso – se quejó Dindon.
- No empiecen – les amenazo la pelinegra – me llamo Bella – contesto, algo aburrida.
- Jaja pero que nombre más tont… – se burló Dindon, pero en eso su rostro se puso ligeramente más pálido al ver que la joven le miraba con enojo y desprendía un