Capitulo 6

Vale, creo que me han dejado aquí tirada tipo broma, creo que es mejor pensar eso qué otra cosa. 

Decido levantarme para ir en busca del camino al pueblo, miro a mi alrededor y veo mi bolso, perfecto, así podré coger el móvil y llamar a un taxi. Estoy reventada, tengo que haberme pegado una borrachera del quince con el licor que me dieron. 

Mira que no me gusta beber mucho, pero ese licor estaba tan bueno que me bebí la jarra entera, pero no me acuerdo de haber cogido otra, me estoy preguntando ahora mismo.

Extraigo el móvil del bolso, lo enciendo y para mi horror no tengo nada de señal. Ale ahora me toca andar hasta saber donde para encontrar señal, ni la señal tengo por dios. Esto puede conmigo. 

Gracias a dios que llevo mi bolso de doraemon, llevo de todo aquí, hasta snacks y eso que normalmente no los como, pero por si las moscas.

Ando alrededor de una hora y ni una rayita de señal tengo en el móvil esto si es raro, ya debería haber encontrado algo al menos.

Oigo como grupos de personas se acercan y me siento afortunada, porque pueden ser mi salvación, pero prefiero esconderme para ver si son de fiar.

Me escondo detrás de un arbusto y veo como 4 caballos y 4 personas enzimas, pero vestidas muy pero muy raro.

-Jefe, de verdad oí a alguien por aquí cerca.- Dice uno de ellos.

-¿Estás seguro?- Dice el que le llamaron jefe, esto si que es muy raro.

Hablan un norruego diferente, los entiendo a malas penas, es como si fueran salvajes que siguen viviendo en el bosque, que no serían la primera tribu para decir la verdad.

-¡Bu!- Dice alguien en mi oído que me hace saltar hacia atrás y salir del arbusto.- Encontró un pequeño pajarillo, espiando a quien no debía.

-¿Eng?- Vale, estos me confunden.

-¡De quién eres espía mujer!- Dice uno de ellos.

-Yo- Me señalo- Espía, pero de que hablais. -Vale estoy muy confundida.

-Atarla, la llevaremos al poblado.- Dice el tal jefe sin mirarme.

Me levanto de golpe, ni loca dejo que me toquen estos brutos que parecen vagabundos con esas barbas y melenas largas, aunque estén llenas de rastas y trenzas.

Todos se me quedan mirando de golpe y el tal jefe abre mucho los ojos.

-¡Ni de broma me vais a tocar!- Digo enfurecida.

El tal jefe baja del caballo y se acerca peligrosamente a mi.

-Si no te vienes por las buenas, te vendrás por las malas. ¡Cogerla!- Dice el estupido.

Nada más intenta cogerme, me escabullo y salgo corriendo, sujetando mi bolso fuertemente, esto es mi salvavidas para cualquier cosa que me pase. Corro como si el mismo diablo me  persiguiera. Esto es una locura, nunca me hubiera imaginado corriendo por todo el bosque perseguida por estos salvajes, mejor dicho animales, estoy algo asustada.

Veo como un flecha pasa por al lado de mi cabeza y freno de golpe, pero esto que m****a es, esto ya es pasarse. Me giro hacia los salvajes llamados hombres y me pongo a gritar en noruego.

-¡PERO QUE LECHES OS HABEIS CREIDO, QUE OS PENSAIS QUE SOY UNA M*****A VACA, QUE PODÉIS CAZAR, ESO SI QUE NO LO CONSIENTO SERÉ UNA MUJER PERO TENGO MÁS CARÁCTER QUE CUALQUIERA DE VOSOTROS!.- Los señalo a cada uno de ellos con el dedo índice, en mi cara se nota la mala leche que me a entrado a ver la flecha para pasar por mi cabeza.- Y QUE SEPAIS, NO ESTAMOS EN LA PREHISTORIA Y ME TIRAIS UNA FLECHA, QUE SOMOS AHORA INDIOS O QUE, ALMENOS SI QUEREIS MATAR A UNA PERSONA SER MÁS INTELIGENTES Y UTILIZAR UNA PISTOLA, PERO VAMOS SI TIENES LA PUNTERÍA EN EL CULO COMO AHORA MEJOR DEJARME EN PAZ Y CADA UNO PARA SU CASA.

-¡MUJER! DEJA DE DECIR TONTERÍAS!- Dice el tal jefe.- Cogerla de una vez y taparle la boca, está mejor callada.

Unos brazos grandes me cogen y me atan las manos por detrás, me ponen un trapo sucio en la boca. Donde habrán metido este trapo, cuando veo que cogen mi bolso empiezo a gritarles.

-MMMMMMM...MMMMM- Que lo suelten, eso es mio joder.

-Damela.- Dice el jefe, me entregan a él y me ponen tumbada en el caballo.- Para hablar como hablas eres muy hermosa. Tengo muchas preguntas para hacerte. Eso que llevaba lo revisaremos en el poblado.

Me habré tirado media hora montada en un caballo dando cabezadas por el mareo que me ha dado. Pensando que porque me tuvieron que enviar mis padres a la otra punta de Europa, tanto me odian que me enviaron tan lejos para no aguantar mis lloros, me parece muy injusto esta situación.

Me doy cuenta que empiezan ir más lentos, oigo bullicio, por fin, un pueblo con seguro personas civilizadas. Cuando levanto la cabeza flipo con lo que estoy viendo, no son casas normales de ladrillo, esto no puede ser posible. Todos van igualitos a este tío, melenas largas, barbas largas, pieles cubriendo su cuerpo, armaduras, pero esto es, no estamos en la m*****a edad media.

Nada más aparecemos todo el mundo se queda mirando el bulto que tiene su jefecito en el caballo, osea yo. 

-¿Quién es ella?- Dice una chica más alta que yo al tío que me tiene en el caballo.

Baja del caballo y yo voy detrás.

-La encontramos en el bosque y la trajimos para saber quién era.- Dice ni más tranquilo.

-La venderás como esclava verdad Bjorn- Dijo la chica mirándome con rabia, pero vamos a ver y esta de qué va, yo esclava pero que estamos en el siglo veintiuno.

-Astrid ella….

-Jefe!- No le deja terminar a un muchacho rubio- Esa mujer tiene muchas cosas raras aquí dentro.

-MMMM...MMMM- No paró de gritar.

-Traelo que lo revisemos todo.

Le trae mi bolso corriendo al tal Bjorn que por fin se su nombre. Ahora que me fijo bien, es como un dios griego, es tan guapo y atractivo que sinceramente me estoy mojando hasta las bragas y eso ya es decir, después de ser una virgen como yo.

Todos miran extrañados las manos de Bjorn y yo no me puedo poner más roja. Tiene mi tanga de repuesto en las manos.

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