En ese instante lo que más quería con todas mi fuerzas era que Andrey se marchara, que se fuera enseguida, incluso si creía aquello que le había dicho de mí.
- ¡Vete! - lo empujo a un lado mientras pasa sus manos por sus cabellos y vuelve a fijar su vista en la mía.
- Entonces... si lo que me has dicho es verdad, sólo significa que no eres más que una mentirosa aparentando ser otra persona y yo sólo un estúpido que llegó a creerte.
Le había mentido pero por la única razón de que se marchara del bar y no hubieran problemas, sin embargo Andrey aún seguía ahí parado sin tener la mínima intención de dejarme.