Inmediatamente todos se pusieron alerta al escuchar que los Mitsui y Tanya venían.

Aunque les sorprendió la presencia de los amigos cercanos de Kathleen, seguían siendo, en el mejor de los casos, meros intermediarios y hubieran preferido que Kathleen estuviera allí. En cambio, quienes llegaban eran prácticamente los dueños de Japón.

Mitsui Yoshitaka, director del Grupo Mitsui, siempre mantuvo un perfil bajo, al igual que sus predecesores.

Rara vez asistía a fiestas como estas y solo estaba allí porque tenía un cariño especial por su hija, quien era una ferviente fanática de Tanya.

Como padre, naturalmente tuvo que hacer todo lo posible por apoyarla.

Con varios guardaespaldas vestidos de negro abriéndose paso rápidamente, la pareja de ancianos entró en la sala, seguida por su hija.

Con ellos estaba una pareja caucásica: Tanya Sweet y su corpulento novio de bigote partido, Trevor Kennedy.

Todos aplaudieron y celebraban en cuanto entraron, e incluso algunos gritaban sus nombres.

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