Aun así, Arlo seguía preguntándose si el hombre frente a él le había dado la legendaria Píldora Regeneradora.

Solo el nombre demostraba su valor: hasta un padre vendería a su propio hijo por ella.

Y sin embargo, el misterioso enemigo de Fleur, quien se había convertido en la mayor amenaza de la Sociedad Eliminatoria Qing en siglos, afirmaba haberle dado una.

Aun así, al tomar la píldora, sintió de inmediato que el muñón de su muñeca izquierda se volvió repentinamente caliente y le picaba, y enseguida se sintió terrible.

Naturalmente, Charlie no tenía intención de mostrar ningún tipo de cortesía con Arlo como lo había hecho con Merlín o Ito Yahiko. Los había obligado a permanecer en una tina llena de lodo antes de tomar la píldora para que no se sintieran incómodos, pero sin duda no le concedería a Arlo tal privilegio y lo dejaría sufrir toda la experiencia.

Pronto, el muñón le dolía como si miles de hormigas lo estuvieran picando: se hinchaba, le dolía y le picaba todo a la vez.