Charlie sonrió levemente cuando escuchó la pregunta de la otra persona y dijo: “Debes ser el hijo de la Señora Jenson, ¿cierto? Mi nombre es Charlie Wade, y mi padre fue un viejo conocido del tuyo. Me pidió que viniera a ver a la Señora Jenson”.

La otra persona preguntó sorprendida: “¿Tu padre conocía al mío?”.

Charlie asintió levemente.

Luego, una anciana salió lentamente del cobertizo de la cocina y miró a Charlie con un poco de duda mientras fruncía el ceño y preguntó: “Muchacho, ¿conoces a mi esposo?”.

Charlie dijo: “Tú debes ser la Señora Jenson, ¿verdad? Mi padre conocía a tu esposo”.

La anciana dudó por un momento y luego rápidamente dijo: “¡Entren, entren!”.

Dicho eso, le dijo a su hijo: “Jeremy, rápido, invítalos a entrar a la casa y sírveles un poco de agua”.

El hombre de mediana edad abrió la puerta apresuradamente y dijo cortésmente: “¡Por favor, entren y tomen asiento!”.

Charlie asintió, le agradeció y luego entró al patio con Isaac.

El pequeño patio no era tan gr