Doris acompañó a Charlie a la puerta. Después de ver que Charlie se había ido, ella volvió a la sala.
Tan pronto como entró en la sala, Faith se acercó, cogió la mano de Doris y le preguntó preocupada: "Doris, ¿cuál es tu relación con Charlie?".
Doris se apresuró a responder: "Somos amigos comunes y corrientes".
"¿Amigos comunes y corrientes?". Faith se apresuró a preguntar al oír esto: "Entonces, ¿sientes algo por él? ¿Algún tipo de sentimiento?".
Doris respondió asustada: "¿Ah? Yo... ¡¿no?!".
Faith sacudió la cabeza, y su cara era de incredulidad mientras decía: "¿Creías que tu madre se tragaría semejante mentira? ¡Tu expresión deja bastante claro que sí que sientes algo por él!".
Doris no sabía cómo responderle a su madre.
En su corazón, ella realmente sentía algo por él, y esos sentimientos eran muy profundos.
Especialmente esta vez, cuando Charlie no solo castigó a Edmund, que había envenenado a su padre, sino que también salvó la vida de su padre con una preciosa píldora