Samantha
Abro los ojos y veo que Edward sigue dormido. Su mano está alrededor de mi cintura, y no puedo evitar sonreír como una tonta.
—Sam, ¿estás despierta? —pregunta Drake desde su cama.
Como respuesta, le lanzo una almohada y él suelta una carcajada.
—¿Y a mí me das un beso? —susurra Edward—. Un beso de buenos días.
Me acerco y le doy un beso corto.
—Buenos días.
—Buenos días, linda.
—Yo no pienso bañarme —dice Drake.
—Yo no quiero llegar sucia —respondo.
—Yo tampoco —apoya Edward—. ¿Tú primero o yo?
—Tú.
Edward se levanta de la cama y se mete al baño. Yo me quedo viendo mi pequeña maleta y saco la ropa que traje para hoy.
—Tu turno —dice Edward al salir del baño.
Abro los ojos y veo que Edward sigue dormido. Su mano está alrededor de mi cintura y no puedo evitar sonreír como una tonta.
—Sam, ¿estás despierta? —pregunta Drake desde su cama.
Como respuesta, le lanzo una almohada y él suelta una carcajada.
—¿Y a mí me das un beso? —susurra Edward—.