La relación entre Ethan y Emily continuaba floreciendo, y cada día descubrían nuevas formas de demostrar su amor y aprecio mutuo. Sin embargo, ambos estaban decididos a tomarse las cosas con calma, disfrutando de cada momento y fortaleciendo su conexión.
Una tarde soleada, Ethan sorprendió a Emily con una cita en el parque. Había preparado un picnic con sus comidas favoritas y un par de mantas para relajarse bajo el sol.
—Pensé que podríamos tomarnos un descanso y disfrutar del buen clima —dijo Ethan, mientras extendía la manta sobre el césped.
Emily sonrió, agradecida por la sorpresa.
—Es una idea maravillosa. Gracias, Ethan.
Se sentaron juntos, disfrutando de la comida y conversando sobre sus sueños y planes futuros. Después de comer, caminaron por el parque, tomados de la mano, y se detuvieron en un pequeño estanque para alimentar a los patos. La sencillez de la tarde y la compañía mutua hicieron que el día fuera perfecto.
Otra ocasión, Ethan decidió sorprender a Emily con un regal