225. ME TIENES LOCO
VICTORIA
Me quedé en el umbral de la puerta, protegida bajo la carpa, mientras lo veía arrastrar brutalmente a ese hombre.
Su rugido activó todo el campamento en un segundo.
Su aura de lycan se expandió, acojonando a los lobos guerreros.
No había duda de quién era el jefe.
—¡Sé que muchos tienen preguntas sobre la hembra que me acompaña, no tengo los oídos pintados en la cabeza!
Me asomé para verlo subirse sobre una mesa de madera que traqueó como si llorara con su peso.
Las miradas abajo, sin excepción.
—¡Sus dudas o quejas me tienen sin cuidado, a quien escoja como mi amante es mi problema!
Los miraba con un salvajismo que helaba la sangre, sus caninos afuera, listo para desgarrar.
Pero siempre había un estúpido.
—Se… señor, pero es una vampira y nos había dicho primero que la tomáramos como prisionera… ¡Aaafgrr!
No terminó de hablar cuando algo silbó en el aire y fue directo al guerrero que había murmurado.
El cadáver de ese hombre que me trajo el agua fue degollado por Draco y env