Capítulo 148
Santiago se coló con su mano herida primero y la mostró: —Mírame, me lastimé.

Julia se zafó y volvió al interior, diciéndole fríamente: —Eres un adulto, no morirás por un pellizco de puerta, no es una lesión de verdad.

Santiago se apresuró a sus pasos y sin más comenzó a desnudarse.

Julia pensó que iba a hacer algo obsceno, pero justo cuando iba a regañarlo vio dos marcas moradas de regla en su espalda.

No solo en la espalda, también en ambos hombros.

Los lugares golpeados estaban enrojecidos, era reciente.

Los golpes eran tan uniformes y él los había aceptado voluntariamente, definitivamente era el castigo familiar de Irina.

—Deja de mirar, me duele mucho. Recuerdo que tienes licor medicinal aquí, ayúdame a aplicarlo.

Julia comprendió, había venido a hacerse la víctima.

Este hombre era tremendamente calculador. Por un lado enviaba a Macarena a amenazarla y por el otro venía a simular debilidad y lástima, como si quisiera manipularla a su antojo.

Julia no se negó, sacó el licor medicin
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