cap. 25
impostor por amor
Ascanio
— Bueno cuñada, tal vez hasta pueda ayudarte, pero tengo dolor de cabeza, pero en cuanto me recupere puedo unirme a ti en tu lucha, al menos por el trabajo, ya por el auto, tal vez puedas cómprate uno tú mismo con el fruto de tu trabajo. ! ¡Así nadie puede oponerse!
“Oye, Mirela, no tienes derecho a mandarme a trabajar a comprar nada, ¡porque apenas entraste en la familia y ya te hiciste una fortuna con nonno!”.
— ¡Basta Mariela, no toleraré tu falta de respeto a mi esposa! ¡Y quiere saber si dices algo más, puedes despedirte de tu grandiosa fiesta!
— Totalmente de acuerdo, respeto a tu cuñada, ¡Manuela ahora es una Fortuna tanto como tú Mariela! - Dice Don Fernando.
— Gracias nonno, pero mi esposa es Mirela, porque yo nunca me casaría si fuera la puta de Manuela.
— Lo siento, hija, y que ustedes dos se parezcan tanto que este pobre viejo problema de memoria lo confundió todo. — Don Fernando se arrepiente.
— Luego, sigue esta chica, hablando de su her