Las cosas pueden empeorar en cuestión de minutos.
Gianna.
Tenía rato de haberme despertado, pero no me quería levantar de la cama. Estaba agotada y un poco molesta por la ausencia de Mikhail anoche. Sigo insistiendo que todavía no tuvo la decencia de decirme que no iba a venir y solo desapareció sin dejar rastro.
Ojalá que no esté en casa hoy.
Con pereza, decidí levantarme para ducharme e irme a trabajar. Todavía tenía cosas pendientes por terminar en la compañía. Mientras iba pensando en todo lo que tenía para hacer esta semana, me baño y me coloco una falda en forma de tubo color negra, con una camisa beige y unos zapatos de punta alta.
Dejo mi cabello suelto y lo más probable, es que me maquillara mientras me hacía el desayuno. Debía pasar por Alek para despedirme de él en el kínder y lo vería en la noche al llegar a casa nuevamente.
Cuando salí de la habitación, me llevo la sorpresa de la persona que estuvo ausente durante la cena de ayer, había preparado el desayuno. Puso la comi