Desafortunadamente, era demasiado caro para él.

Aunque Thea le había dado un millón de dólares, la placa de jade costaba más de tres millones.

Lo volvió a colocar con cuidado.

Sin embargo, estaba increíblemente nervioso y cauteloso porque accidentalmente tocó el gabinete y no tenía un agarre firme en la placa de jade, lo que provocó que cayera directamente al suelo.

¡Crash!

La placa de jade se rompió en pedazos en un instante.

“Este…”.

Benjamin se quedó estupefacto de inmediato y se hizo a un lado, mirándola sin comprender.

Al ver esto, el rostro de Jasmine también se tornó sombría. Ella lo reprendió con enojo: “Señor, ya le recordé que tenga cuidado. Tendrá que compensarnos de acuerdo con el precio de venta si lo rompe”.

“L-lo siento. No fue mi intención dejarlo caer”.

Benjamin siguió disculpándose.

“¿Disculparse va a servir de algo? Vale tres millones ochocientos mil dólares. Usted debe compensarnos de acuerdo con el precio. ¡De lo contrario, no podrá salir de nuestra tien